jueves, 5 de marzo de 2009


El 7 de Diciembre se presentaba como un día cualquiera, cargado de la misma rutina que el anterior, y además la mañana había decidido despertarse fría y lluviosa….hasta que en la calle San Lesmes emergió una bandada de mochuelos, la eligieron como su nueva parada, en el arduo viaje de la creatividad; una vez al año estos peculiares personajes deciden despertar la conciencia de todos aquellos ciudadanos que tienen un mínimo de sensibilidad para descubrirlos; y en esta ocasión en la c/ San Lesmes apareció plagada de reproducciones de acrílicos sobre tabla, que representan a aves humanizadas, dichas obras estaban embolsadas en el mismo tipo de recipiente que se utiliza para recoger muestreos en los bosques, como si de repente les hubiésemos pillado in fraganti.

Usando el refrán castellano “cada mochuelo a su olivo”, y guiados por María, integrante de ados, que fue la artífice de esta idea, nos planteamos la necesidad de la búsqueda de un lugar que sentimos como propio. Ese “olivo” donde queremos quedarnos o hacer un alto en el camino.